martes, 1 de noviembre de 2011

América latina mira hacia nuevos horizontes.

Hablamos de los países que han emergido en los últimos años, aunque algunas de estas potencias se vienen enriqueciendo desde crisis anteriores y guerras mundiales. China, Japón y La Inda, son fuertes economías emergentes que han crecido y siguen creciendo, por lo que los nuevos mercados que se piensan expandir apuestan por esos punto geográfico en el mapa. Poco tiempo ha pasado para darnos cuenta que Latinoamérica gozaba de un crecimiento estable en el último tiempo. Se ha trabajado un  intersticio entre los grandes titanes de los negocios donde actualmente ocupa un lugar privilegiado, por lo mismo le ha llevado a jugar con ventaja regodeándose entre quienes les interesa y/o les ofrece mejores beneficios.
Con la crisis europea y la imposibilidad de EE.UU para sustentar sus propias políticas económicas, les ha dejado un basto campo de movimiento en el que como podemos ver ya se sienten bastante cómodos.
Al parecer está claro que Latinoamérica no cargará con la crisis que otros han producido, no sabemos si esto tiene algo que ver con la poca asistencia de los presidentes latinoamericanos en la cumbre realizada en Paraguay, o simplemente ha sido "coincidencia". Lo que si se puede atisbar es que el que llega primero sacará mejor tajada, es esto lo que ha demostrado China una vez más al aproximarse y tomar cartas en esta situación interviniendo positivamente con sus inversiones futuras en el Cono Sur.
Sin embargo hay buenas noticias para la UE, en especial para España, que ha sido astuta y se ha trasladado con algunas de sus empresas a América Latina para obtener mejores beneficios sin las grandes pérdidas que hubiera sufrido por la crisis.
El panorama es el siguiente, aún la UE y EE.UU gozan de protagonismo en asuntos económicos pero el porvenir no es tan favorable para ellos, por lo que China se situaría con ventaja como punto central del comercio para el año 2015.

Como dicen por ahí el que no corre pierde, por lo que es preciso tener cada uno su asiento comprado porque de lo contrario tendrán que desplazar a alguno con tretas o con mejores incentivos. Así es la economía, en algunos sitios absorbe y en otros fluye, lo que está claro es que este río no hay quien lo pare, el caudal es siempre torrentoso y el que no sepa nadar puede que se ahogue muy pronto. La idea es mantenerse en la orilla o simplemente flotar.


Fuente de la noticia:

http://internacional.elpais.com/internacional/2011/10/28/actualidad/1319825887_334310.html

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